Tuesday, July 19, 2011

EL VALOR DE LA SEGURIDAD - ¿Temes por el futuro del Seguro Social?

Mi padre murió de un infarto en el 1960 a la edad de 62 años. Mi madre pudo hacerle frente a las necesidades económicas de la familia porque él siempre se ocupó de mantener todos sus asuntos en orden. Gracias al Seguro Social, entre otras provisiones, mis hermanos y yo pudimos concluir con éxito nuestros estudios universitarios. Aún así, tuvimos que hacer ajustes en nuestro estilo de vida, lo que incluyó aprender a hacer prioridades. 
Ha pasado mucho tiempo desde entonces y todavía el Seguro Social sigue siendo la pensión más importante para una gran parte de la población en los Estados Unidos y Puerto Rico. El problema es que lo que se recibe ya no rinde como en el pasado (y cada día rendirá menos). Algunas personas me han llamado para preguntarme mi opinión sobre el futuro del seguro social. ¿Dejará de pagar el gobierno federal la mensualidad del próximo mes de agosto? ¿Dónde está Dios en medio de este problema y qué hará para librarnos de esta gran tribulación?
Gracias al Señor, no soy adivina ni tampoco secretaria del Espíritu Santo.  Por tal razón no puedo ofrecer respuestas categóricas a esas preguntas, sin embargo, me asiste el derecho de dar opiniones, las cuales trato de armonizar con la realidad de nuestro ambiente.  Aquí mis respuestas:

1.  El gobierno federal tiene la responsabilidad de establecer una estrategia para evitar el colapso del Seguro Social. Las medidas que emplee pueden resultar en una medicina amarga, pero hay que tomársela. De seguro, su estrategia perjudicará a los que somos beneficiarios de ese plan. Una de las medidas que impondrán será la de reducir el aumento anual por concepto de la inflación. El poder adquisitivo de los pensionados seguirá en descenso. 
2.  Tengo la esperanza de que la decisión de retener el pago de los pensionados durante el mes de agosto sea un juego político entre el Presidente Obama y los republicanos, quienes se oponen a aumentar el tope de la deuda del gobierno. Ambos saben que las consecuencias de esa decisión serían funestas para los beneficiarios del Seguro Social. El efecto sería multiplicador y se afectarían todos los sectores económicos.
3.  Dios no está enajenado de nuestra realidad. Permíteme decirte que los dramas de la vida humana han sido y serán los mismos a través de la historia, pero Dios también es el mismo ayer, hoy y siempre. Lo que cambian son los actores y los escenarios. En la Biblia descubrimos esos dramas. Nos percatamos del obrar humano frente a la voluntad de Dios. La historia es el marco de fondo de ese extraordinario libro. Sus narraciones encierran una gran sabiduría. En ellas descubrimos que el entorno mundial siempre ha estado en proceso de cambio. Cuando esos cambios se aceleran sin control (usualmente por las malas decisiones que hacemos los humanos), la crisis es mayor. Si no interviene una fuerza externa que la frene, el resultado final es el caos. Llegado ese momento, solamente el poder de Dios hace posible la restitución del orden. ¿Cómo lo hace? Sé cómo lo hizo en el pasado, pero no sé cómo lo hará en el presente y en el futuro. Lo que tenemos que hacer es confiar en que lo volverá a hacer. Esa es una promesa incondicional.
Dios está por encima del caos, metido con nosotros en el caos, pero sin dejarse  dominar por el caos. Más aún, él tiene el poder para hacerlo desaparecer. Ese es el gran misterio y la grandeza de Dios ¡Esa promesa es el seguro más grande que tengo en estos momentos!
No creo que el gobierno federal vaya a eliminar el Seguro Social en su totalidad. Pero como dije, tendrá que atemperarlo con la situación económica y social que vivimos. Pero aún si desaparece, surgirá otro tipo de seguro, quizá mejor.

3 comments:

Janet said...

Tenemos que empezar a trabajar con otras alternativas para el retiro y confiar más en Dios quien tiene el control de todo.

Unknown said...

Por eso es tan importante el pensar no solo en los difrutes del momento (los cualesme encantan!) si no en el ahorro para el futuro. Hay que seguir confiando en Dios quien provee a la justa medida de día a día.

Unknown said...

Siempre tan pertinente amiga querida. Gracias por compartir tus conocimientos con los demás, porque nos haces mucho bien. Te felicito, Dios nos invita a continuar confiando en tiempos como estos