Monday, September 19, 2011

LA CULPA DE LA CRISIS QUE ATRAVESAMOS ES DE…….

Todos los medios de comunicación buscan un chivo expiatorio a quien echarle la culpa por la grave incidencia criminal que arropa nuestro país. Los titulares son deprimentes y no ayudan en nada a sanear nuestro pueblo. Además, crean una mala imagen de Puerto Rico en todo el hemisferio. Sus titulares me recuerdan a los utilizados por el desaparecido periódico EL IMPARCIAL. Ese periódico cayó en el sensacionalismo con el fin de aumentar sus ventas. Pero su táctica fue contraproducente. La gente dejó de leerlo porque se decía que si se exprimían las páginas del periódico, salía sangre. Me parece que algunos comunicadores tratan de demostrarnos que lo que sufre Puerto Rico es un caso único en el mundo. Las noticias que nos vienen del exterior dicen lo contrario. Tenemos que preguntarnos cuál es el móvil que tienen detrás de todo este asunto.

¿Quién tiene la culpa de que Puerto Rico y el mundo entero esté sumido en una crisis como la que experimentamos? Yo encontré la respuesta a esta pregunta en el libro del profeta Amós. Es increíble lo que Amós nos señala.  Este hombre no fue un profeta de profesión, sino un campesino que se sintió tocado por Dios para explicarle a su pueblo la razón por la cual estaba sumido en el caos. Al releer este libro, sentí vergüenza propia y vergüenza ajena. ¿Qué le dijo ese hombre a la sociedad de su época? A quien le caiga el sayo, que se lo ponga.

El señalamiento número uno hace referencia al maltrato a los pobres. En Amós 2:6 dice que venden al justo por monedas y al necesitado por un par de sandalias. Pisotean la cabeza de los desvalidos y pervierten el camino de los pobres. ¿A quiénes podemos señalar como culpables?  Los que llevaron al proyecto de Comunidades Especiales a su descalabro (hay muchos involucrados) y los que les roban a los planes médicos y otros proyectos federales y estatales designados a aliviar las verdaderas necesidades de las personas de la tercera edad y a los pobres.

El señalamiento número dos hace referencia al maltrato y abuso a los consumidores. En Amós 6:4-8  y 8:5 se acusa a los que viven en camas incrustadas de marfil y se arrellanan en divanes. Que comen los corderos del rebaño, y los novillos de en medio del engordadero (comida gourmet). Ellos gorjean al son de la flauta e inventan instrumentos musicales, como David (se divierten en grande). Achican las medidas y aumentan los precios. Falsean las balanzas. Venden los desechos del trigo. Beben vinos en tazones y se perfuman con las esencias más finas. ¿A quiénes podemos acusar? La Autoridad de energía Eléctrica (AEE) que pasa sus negligencias y gastos alegres a los consumidores. Que le asignan a sus ejecutivos altos salarios y beneficios marginales. Las uniones obreras que se mantienen de las cuotas que pagan los empleados y no tienen en cuenta que la Autoridad le pertenece al pueblo, no a los empleados. Los mayoristas de gasolina que aumentan los precios para obtener mayores ganancias. Los distribuidores de alimentos que hacen lo mismo. Los grandes empresarios de nuestro país que explotan a sus empleados y los mantienen en constante tensión debido a las amenazas de despidos. Los bancos que emiten tarjetas de crédito y estimulan a la gente a embrollarse para luego imponerles intereses de usura.

El señalamiento número tres hace referencia al narcotráfico. En Amós  6:9-10 se acusa a los que acumulan en sus fortalezas el fruto de la violencia y el saqueo. Los tales no actúan con rectitud. Beben aún en la casa de Dio; las personas viven con pánico en las regiones de Samaria. ¿A quiénes podemos señalar como culpables? Los que consumen la droga, las mulas que la distribuyen, los que administran los puntos de distribución y los zares de la droga, quienes son los verdaderos cerebros de esa diabólica operación. Pero también caen a aquellas personas que les compran mercancías robadas a los usuarios de drogas. También hay que señalar a las empresas que mercadean sus bebidas alcohólicas entre los jóvenes utilizando a la mujer como carnada y a las mujeres que no se respetan a ellas mismas.

El señalamiento número cuatro hace referencia al sistema de justicia y a los políticos en general. Amós dice en 5:7-11 que los magistrados convierten el derecho en amargura y echan por tierra la justicia. Odian al que defiende la justicia en el tribunal y detestan al que dice la verdad. Oprimen al justo, exigen soborno y en los tribunales atropellan al necesitado. Persiguen a los que intentan hablar la verdad y los acusan de traidores (Amós 2:6). ¿A quienes se refiere?  Algunos policías que abusan de su autoridad.  Algunos abogados criminalistas que defienden delincuentes a sabiendas para adquirir prominencia. A los jueces venden sus conciencias mediante la aceptación de soborno. A los políticos que compran a los desvalidos con dinero y les hacen encerronas a sus detractores aunque eso signifique manchar reputaciones.

El señalamiento número cinco se le asigna a las organizaciones eclesiásticas (¡Esto sí que es duro!) En Amós 4:5,18 y 5:21-26 dice que Dios no aprueba a lo que practican una religión vacía. En Amós 5:11 dice que Dios aborrece sus fiestas religiosas y no le agradan sus cultos solemnes, ni acepta sus ofrendas ni le interesan sus cánticos. Dios también critica a los que cargan imágenes que ellos mismos fabrican. Dice en Amós 5:18-20: Ay de los que suspiran por el día del Señor! ¿De qué servirá ese día si va a ser de oscuridad y no de luz? Será por cierto sombrío y sin resplandor. Es una crítica directa a los que se pasan la vida anunciando juicio divino.

El señalamiento número seis nos cae a todos por igual. En Amós 2:6 hay una crítica directa  la familia. Dice que padre e hijo se acuestan con la misma mujer (imagen del deterioro familiar). En Amós 4:6 y se establece que a pesar de todos los problemas y crisis que confrontamos no tornamos la mirada a Dios. Es decir, preferimos practicar una religión que no nos mueve al compromiso, mucho menos al cambio. También dice Amós que cuando vemos el abuso, guardamos silencio porque son tiempos malos (nadie quiere comprometerse). La arrogancia y la prepotencia es la orden del día, cosas que Dios aborrece (Amós 6:8). En otras palabras, le damos la mano a la mediocridad, a la vagancia y a la maldad. Por eso el profeta exclama: ¿Pueden dos caminar juntos sin antes ponerse de acuerdo?   En Amós 5:18 también se describen los resultados de todos esos señalamientos. Dice el profeta que en todas las plazas se escuchan lamentos y gritos de angustia en todas las calles. Vuelvo y repito, hay pánico generalizado. Nuestro pueblo llora y está vestido de luto.

No sigamos buscando culpables. Es hora de que meditemos en nuestra conducta para enmendar nuestros errores. Todavía tenemos tiempo y Dios mismo nos dejó una esperanza en este precioso libro. Dios levantará nuestro pueblo (Amós 9:11-15). Pero esa es una promesa con condición. Tenemos que cumplir con lo que está escrito en  2 Crónicas 7:14 – Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y obraren y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecado y sanaré su tierra.

6 comments:

Unknown said...

Precioso!! Verdaderamente un articulo que hay que leer mas de una vez y sobre el cual hay que meditar. De aqui saldrian muuuchas conversaciones intersantes en el gazebo del patio.

Besitos,
Tu hija menor

marilyn said...

Exelente, profuecesndo voy a leerlo varias veces y a recomendarlo. Besos

BABYBORICUA said...

solamente dire wowwwwww muy ciertas sus palabras y lo compartire con mis amistades porque esto si vale la pena leerlo muchas veces...

Jennie Garcia said...

Wow!! Tus palabras son fascinantes!! Eye Opening!!
Jennie @ http://earthyscrap.blogspot.com/

Unknown said...

me has hecho reflexionar mas y mas. Pienso q si comenzaramos a emular los ejemplos bíblicos y dejar a un lado las etiquetas podriamos decir como Nehemías, ...y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra tí; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado.(Nehemias 1:6b). Lo q pasa es responsabilidad de todos.Gracias Ines

Elizabeth Martinez Centeno said...

Interesante analogía, Inés. Es tan actual todo lo que relatas de Amós. Solo tuviste que ponerle nombres. Tenemos que actuar, no podemos quedarnos callados. Gracias, Inés, por tener la palabra justa en el momento preciso. Te extraño, pero este foro hace que te tenga presente siempre. Lo bueno de la cibernética. Un cariñoso abrazo.

Elizabeth