Ya se intensificaron las campañas políticas en Puerto Rico, los Estados Unidos de América y en otros lugares del mundo. Digo que se intensificaron porque ellas nunca cesan. Los miembros de los partidos de minoría invierten la mayor parte de su tiempo en atacar a los de la mayoría y los que están en el poder lo invierten en defenderse. Mientras eso ocurre, los problemas que aquejan la ciudadanía siguen su curso. La realidad es que los ciudadanos silvestres y molientes como tú y como yo no tenemos otra salida que seguir con nuestra lucha por la existencia contando mayormente con la ayuda de Dios que nunca falla. Sin embargo, considero un deber ciudadano mantenerse al tanto de los debates políticos a fin de ejercitar el derecho al voto de forma inteligente y según lo dicte nuestra conciencia.
Ante el interrogante de si la iglesia cristiana debería o no inmiscuirse en los asuntos políticos que atañen a un país, debo aclarar que una cosa es hablar de política (lo que en inglés se conoce como policy) y otra cosa es la política partidista (en inglés se denomina como politics). Como bien explico en uno de mis libros, la palabra política se deriva del vocablo griego poli, que en español fue traducida como ciudad. Los griegos visualizaron la poli como un conjunto de situaciones, motivaciones y necesidades, tanto individuales como colectivas, que surgen dentro de cualquier ambiente social.[i] Partiendo de esa definición, la iglesia, en su rol educativo, tiene que levantar su voz cuando alguien atenta contra el bienestar de la ciudad. Pero debo admitir que existe una línea muy finita entre la política como proceso legítimo de toda actividad humana y la política partidista que obedece a los intereses e ideales particulares de sus líderes y seguidores. La iglesia cristiana ha tenido muchos aciertos en materia política, pero también ha cometido muchos errores al identificarse con asuntos de política partidista.
Ya el mundo se ha hecho pequeño, lo que implica que lo que sucede en un lado tiene su consecuencia al otro lado. La crisis económica que confronta los Estados Unidos no es algo local, sino internacional. Sus efectos son múltiples. Las guerras y ataques terroristas, los asesinatos, las diversas plagas, los terremotos, maremotos, huracanes, tornados, inundaciones y sequías que siguen ocurriendo en diversas partes de este planeta contribuyen de forma significativa al deterioro que experimentamos. Sin embargo, no debemos asumir una actitud fatalista frente a ellas. Tenemos que verlas como algo que da margen al desarrollo de nuevas ideas y al surgimiento de nuevos descubrimientos, movimientos políticos y nuevas estrategias económicas. Como reza el refrán: La necesidad es la madre de la invención. Mucha gente no entiende la estrecha relación que existe entre la crisis y el cambio. Los cambios producen crisis y las crisis producen más cambios. La ausencia de crisis significa un estado de conformismo generalizado que puede convertirse en algo sumamente peligroso para la sociedad en general. Conformidad es sinónimo de aprobación, consentimiento y adhesión a algo o a alguien que no necesariamente merece nuestro respeto. Las dictaduras y los sistemas totalitarios obligan a la gente a ese conformismo y utilizan el miedo como herramienta para sostenerlo. La Biblia nos exhorta a vivir conformes a la voluntad de Dios. Esto es, a tomar en cuenta sus leyes y ordenanzas porque ellas nos garantizan el orden. Pero también nos dice que no debemos conformarnos a las cosas de este siglo, sino a transformarnos por medio de la renovación de nuestro entendimiento (Romanos 12:2). Dios nos ha otorgado la capacidad para pensar y analizar los ofrecimientos que nos hacen los políticos a fin de determinar cuales se adaptan mejor a nuestra conciencia e ideales.

[i] Figueroa, Inés J. Principios de Administración y del Comportamiento Humano en la Iglesia. Guaynabo, Puerto Rico; ACME, 2008, página 117.
1 comment:
Me encanto!! La verdad es que me encantaria tener a Jesus en estos tiempos postulandose para gobernador. Fuera de el, ninguno de los que hay me gustan. Ni modo, ya vere que hare el dia de las elecciones, a lo mejor se lo dejo a los dados. Es broma!!! jajaj, no vayas a infartar.
Besitos,
Joan
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