Las visiones son anticipo de un futuro deseado y que requieren en el presente algunas acciones de nuestra parte para hacerlas realidad. La mayor parte de las veces no se entienden cabalmente y en muchos casos las personas que las reciben no perciben que vienen de Dios. Por esa causa es que muchos visionarios no glorifican a Dios por ellas. Las visiones surgen por una necesidad del ambiente, sea cual sea, porque Dios no es egoísta y siempre quiere lo mejor para la humanidad. Por eso afirmo que las visiones de Dios siempre se tienen que materializar.
Quisiera poder ofrecerte un perfil único que te permita identificar si una visión viene de Dios, pero no existe. Hay muchas visiones que son producto de nuestras propias lucubraciones, pero no sirven a la humanidad. Nuestra mente es engañosa y todos estamos expuestos a tener sueños alocados que nos llevan a cometer errores. Lo único que puedo afirmarte es que las visiones de Dios no se pueden ignorar por mucho tiempo. Son tantas las confirmaciones que recibes que terminas por actuar para concretarlas a pesar de las oposiciones que te salgan al paso. El testimonio que te narro a continuación afirma que lo que te he dicho hasta ahora es cierto.
La idea de crear un centro de servicios comunitarios no se quitaba de mi mente. Veía la necesidad del ambiente, sobre todo lo relacionado con la educación de los niños. Recordaba como el sistema educativo, por lo menos en Puerto Rico, empezó a sufrir cambios drásticos a partir de la mitad de la década de los sesenta. El sistema comenzó a obligar a los padres a ayudar a sus hijos a hacer sus asignaciones. Para la fecha que tuve aquella visión (1995), ya no tenía la responsabilidad de educar a mis hijos. Todos habían terminado sus estudios y estaban en la fuerza laboral. Eso implica que mi interés era desprendido, basado solamente en la necesidad de muchos padres a quienes veía atribulados con ese asunto. Algunos carecían de tiempo, otros de conocimientos, otros de recursos económicos para adquirir materiales didácticos, y otros de paciencia. Un porciento bastante alto carecía de todos esos recursos. Sobre todas las cosas, pensé en un centro que ofreciera a los niños algo más allá de la adquisición de conocimientos académicos. Pensaba en lo maravilloso que sería brindarles a los niños calor humano y aprendizaje de valores trascendentales.
Mi visión fue presentada a toda la congregación luego de pasar por un largo y elaborado proceso de reuniones con diversas personas, quienes me ayudaron a esbozar el primer plan estratégico. El 3 de abril de 1998, el Centro Comunitario de Altamesa fue incorporado bajo las Leyes del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. El trabajo de fundarlo fue arduo y no tuvo exento de grandes oposiciones, desilusiones y frustraciones. Pero la visión nunca se borró, sino que aumentaba en intensidad. En el año 2000, luego de un período de ajustes, el Centro abrió sus puertas a la comunidad con la conducción de su primer campamento de verano. Consciente del papel que juegan los fundadores de cualquier organización, todo mi tiempo libre lo invertí en relaciones públicas y en buscar ayudas económicas. La preparación de propuestas fue la orden del día. Para sorpresa de mis detractores y gracias a la gran cooperación que me brindó la Sra. Mayra López, Planificadora Certificada, en agosto de ese mismo año 2000, el Fideicomiso de los Niños nos aprobó la propuesta que le sometimos. Dado el cambio de gobierno que ocurrió ese mismo año, la cantidad de $231,371USD no estuvo a nuestra disposición sino hasta finales del año 2002. Pudimos sobrevivir gracias a las aportaciones del grupo denominado “Amigos del Centro”, a la ayuda que desde el 1999 comenzamos a recibir de Fondos Unidos y a una aportación económica que nos otorgó la oficialidad de la iglesia. Dada la complejidad de mis labores, en el año 2001 le pedí a mi esposo, quien se había retirado de su negocio, que asumiera la dirección del Centro. La aportación que Julio realizó fue muy valiosa, incluyendo la negociación que realizó con una empresa de celulares para instalar una antena en el estacionamiento del templo. La oposición de algunos miembros de la iglesia se dejó sentir, pero finalmente logró que la iglesia firmara un contrato económicamente atractivo. Julio tuvo que abandonar la dirección del centro en el año 2002 por razones de salud, pero la antena sigue en pie dando testimonio de sus gestiones. Un año después, me retiré de la iglesia y, por ende, me desligué del Centro. Fue un gesto de gran nobleza el cambio de nombre llevado a cabo por su Junta de Síndicos. Lo que fue el Centro Comunitario de Altamesa ahora se conoce como el Centro Comunitario Rvda. Inés J. Figueroa o más abreviado, Centro Inés.
El pasado 26 de octubre de 2011 me reuní con la Directora del Centro, Prof. Jannette Acevedo, con la Directora del Programa Precoz, Prof. Angélica Poll, y la Dra. Leila Tormes, ex Sub-secretaria del Departamento de Salud y quien fungió muchos años como miembro de la Junta de Síndicos del Centro, para charlar sobre los logros alcanzados. Me emocioné y sólo pude citar las palabras del apóstol Pablo: “Yo sembré, Apolo regó, pero el crecimiento lo da el Señor”. La gloria que experimenta el Centro es mucho mayor de lo que alcancé a ver en el año 1995. Veamos algunos de esos logros:
- Precoz (tutorías y supervisión de asignaciones para niños).El campamento de verano Banana Split Summer Camp es actualmente auspiciado por la institución ACUDEN (Administración para el Cuidado y Desarrollo de la Niñez). Esa institución gubernamental paga por el campamento que el Centro le ofrece a los niños de padres que poseen escasos recursos económicos, pero solamente en el caso de que ambos padres trabajen fuera de sus hogares. También incluye a niños especiales y niños que viven en hogares de crianza (protección del estado). Ese grupo alcanza una matrícula de 40 niños. El 50% de la matrícula experimenta problemas físicos y/o emocionales. Gran parte de los niños provienen de hogares disfuncionales.
- Oldies Clan (servicios para personas de la tercera edad)
- La Carrera 5K de Altamesa lleva ocho ediciones y participan alrededor de 500 personas en calidad de corredores. La misma ha sido reconocida por el Comité de Fondismo de Puerto Rico desde el 2007 como una de las veinte carreras mejor organizadas en Puerto Rico.
- Desde al año 2000, goza de exención contributiva, tanto federal como estatal
- Ofrece servicios ininterrumpidos desde el 2000
- Hasta que ocurrió el cierre del gobierno estatal en el año 2008, la matrícula del programa Precoz alcanzaba un total de 60 niños. Actualmente tiene una matrícula de 38. El 75 por ciento de la matrícula del programa Precoz está becado (los padres solamente pagan $25 mensuales)
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· El Centro provee seguimiento psicológicos y psiquiátricos a las familias y ha logrado influenciar a muchas madres solteras a trabajar y/o estudiar ya que no se les da beca a menos que hagan una o ambas cosas. Todo el personal que participa en el programa Precoz está certificados por el Departamento de Educación. Actualmente cuenta con 4 maestros regulares, 2 maestros asistentes, una trabajadora Social y una maestra de arte. Algunos de los maestros cuentan con maestría en educación especial. También cuenta con asistentes para ofrecer las meriendas y un encargado de la limpieza física.· Su Junta de Síndicos es independiente de la Junta de Oficiales de la Iglesia. La iglesia sólo tiene un vocal que la representa en la misma. En cuanto a la administración, cuenta con una Directora General, la Directora del Programa Precoz y una secretaria. La contabilidad es también independiente de la iglesia y es supervisada por un CPA, quien no cobra por sus servicios. La contabilidad es auditada anualmente, según los requisitos de ley.
· El Centro cuenta con una excelente planta física dado el hecho que opera en el edificio de educación cristiana de la iglesia y utiliza las facilidades de su cocina industrial y su comedor. No depende exclusivamente de ayudas gubernamentales, sino que se mantiene de fondos recurrentes, entre ellos el que proviene de “los Amigos del Centro” y la conducción de la Carrera 5K. Actualmente pertenece al grupo de donantes regulares de Fondos Unidos de Puerto Rico. La Legislatura de Puerto Rico, por gestiones de la Representante Liza Fernández, le ha otorgado donativos legislativos durante los pasados dos años. Muchas otras instituciones y fundaciones han otorgado donativos y servicios al Centro, entre ellas: Fundación del Banco Popular de Puerto Rico, Fundación Soler Favales, Citi Foundation, Fundación Walmart, Johnson & Johnson, Fundación de la Funeraria Ehret. Para mayor información se pueden referir a su página en internet www.centroines.org.
Definitivamente, el Centro es una bendición para los niños, un alivio para la clase trabajadora de pocos recursos económicos y una fuente de trabajo para otras personas. Por todos esos logros, tomo la ocasión de la celebración del Día de Acción de Gracias para agradecerle al Señor, no solamente por hacer realidad mi visión, sino también por ampliarla. También quiero aprovechar la ocasión para hacer un llamado a todos mis lectores para que formen parte del grupo denominado “Amigos del Centro”. Cualquier aportación económica cuenta. El programa Precoz necesita con urgencia 24 computadoras para los niños. No tienen que ser nuevas. Puedes donar alguna que ya no tengas en uso. Es una tremenda ocasión para ayudar a los niños de nuestro país a superar sus limitaciones. Te recuerdo las palabras del ilustre puertorriqueño Eugenio María de Hostos: Si educamos a los niños no tendremos necesidad de castigar a los adultos.
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