Una hermana de
fe me llamó una mañana para pedirme que le ofreciera una charla a un grupo de
personas de su iglesia, quienes estarían participando de un campamento de
verano para la denominada “Tercera Edad”.
Inclusive, me sugirió que le diera un título a la charla. Admito que en
esos momentos yo estaba un poco atareada con otros asuntos y cuando más o menos
me explicó el tema del campamento, le sugerí a la ligera, ¿Qué te parece si la
llamamos EL ARTE DE DIVERTIRSE? De
inmediato me respondió: “¡SIIIIIII!”. Cuando terminé de hablar con ella, solamente
pensé en la tremenda habilidad que tengo para meterme en problemas. Pero ya no
podía dar marcha atrás. Como dice el
refrán: A lo hecho, pecho. Pensé de
inmediato que la diversión suele verse como algo trivial y hasta fuera de
contexto dentro de cualquier religión. No tuve más remedio que ponerme a parir
esa insólita charla.
Lo primero que
hice fue analizar la palabra ARTE. Busqué su significado en el diccionario y
encontré lo siguiente: “Un conjunto de procedimientos para lograr un resultado
esperado”. Me dije: ¡la pagué! Divertirse no es una ciencia porque no existe un
conocimiento cierto de los principios que la rigen, mucho menos sus causas y
efectos. Tampoco se necesita ser sabio o inteligente para uno divertirse.
Superada esa crisis, pasé a la siguiente.
Algunas personas
interpretan que Jesús nunca se rió ni pasó momentos de diversión por cuanto no se
registra evento alguno en el Nuevo Testamento que así lo atestigüe. ¡Por Dios,
la Biblia no fue escrita para entretenernos ni para enjuiciar a la gente! (Tema
demasiado amplio para ocuparme de ellos en estos momentos). Inclusive, algunos
piensan que Dios es una persona tan seria que no da lugar para el disfrute de
nada que no sea esencialmente importante (como trabajar). Para superar tales
incorrectas interpretaciones busqué algunos textos bíblicos que nos explican la
necesidad de disfrutar de tiempo de esparcimiento. Un buen ejemplo es lo que está escrito en el
libro Génesis. Allí dice que luego que Dios acabó la creación, reposó o
descansó el día séptimo (Génesis 2:2). Pregunta que me hice: ¿Dios realmente se
cansa de trabajar o eso fue escrito para nosotros los humanos? ¿Por qué dice al
teólogo bíblico que Dios reposó? Creo que eso es una manera de establecer la
importancia de disfrutar un día de ocio o esparcimiento. Fijémonos en lo que
dice el autor del libro de Eclesiastés. El texto que aparece desde 5:8 hasta el
6:12, habla sobre la vanidad de la vida. Dice que es bueno comer y beber, así
como gozar uno del bien de todo nuestro trabajo que nos causa fatiga. Dice,
además, que gozar de un buen vivir es una facultad que Dios le concede al ser
humano. Lo escrito anteriormente arroja muchos otros interrogantes: ¿Qué
significa la palabra trabajo? ¿Por qué nos cansamos cuando trabajamos?
Ubiquémonos en
la era presente. La gente se queja porque no hay trabajo. Pero muchas personas
también se quejan porque el trabajo los fatiga demasiado y por eso buscan la
manera (en ocasiones incorrectas) de “divertirse” para combatir ese hastío. Es
en este punto donde entro de lleno al tema de que EL DIVERTIRSE ES UN ARTE.
Luego de consultar
a expertos en la salud tanto física como mental, y de hacer mí debida
investigación por la Internet, concluyo que para mí existe una leve diferencia
entre ENTRETENERSE y la acción de DIVERTIRSE. Para los científicos y los
lingüistas, es la misma cosa. No encontré información alguna sobre el
particular entre los filósofos y los teólogos. ¿Por qué yo hago la diferencia? Considero
que es un asunto de realidad de vida. Los invito a trabajar sobre estas
diferencias porque creo que compete a todos aquellos que ya estamos o pronto
llegarán a pertenecer al grupo de ciudadanos de la TERCERA EDAD.
Ese concepto de
la TERCERA EDAD me parece un tremendo error. Lo que nos dice la entrelínea es
que todas aquellas personas que pasamos de los 65 años estamos muy cerca de la
tumba, lo cual es cierto. Por esa causa, tenemos que buscar la manera de
ENTRETENERNOS hasta que nos llegue la muerte. Aquí es que entro con mi
elocución.
Según lo que
pude captar, la palabra ENTRETENER tiene varios significados. No niego que la
lengua española la hace sinónima con la palabra DIVERTIR. Ahora bien, para
fines de esta charla, ENTRETENER conlleva dos acciones:
1. Hacer
que alguien espere o se detenga porque algo aún importante no ha pasado o
alguien a quien se espera aún no ha llegado
2. Llevar
a cabo una actividad que ayuda a la persona a salir del aburrimiento
Para mí, la
palabra DIVERTIR adquiere un significado mucho más activo y creativo. No veo esa acción como un asunto de “matar el
tiempo”, sino que se trata del disfrute del verdadero concepto del OCIO que
está establecido en la Biblia. Aunque en ambos casos (entretener y divertir) se
queman neuronas (porque en la acción de pensar se queman energías), uno se deleita cuando se divierte, haya
o no involucrada una actividad física. Es mucho más abarcador que la simple
acción de distraerse. DIVERTIRSE ES EQUIVALENTE A SACARLE SABOR A LA VIDA. Debo aclarar, no obstante, que los
entretenimientos y las diversiones producen los mismos efectos en nuestra salud
mental. También debo aclarar que lo que es una diversión para una persona no
necesariamente lo es para otra. Eso depende de la personalidad y los gustos de
cada cual. Por esa causa es que RESULTA SUMAMENTE IMPORTANTE ESCOGER EL GRUPO O
LA PERSONA CON QUIEN UNO PIENSA DIVERTIRSE. Ya suelo ser muy cautelosa cuando
alguien me invita a viajar o a dar un paseo. Tengo demasiadas experiencias que
narrar sobre supuestas diversiones que inclusive, pusieron mi vida en riesgo
(porque me pude morir del corazón). Mi difunto marido, por ejemplo, era amante
del peligro. Yo diría que mis hijos fueron engendrados a su imagen y semejanza.
Como soy una persona curiosa, siempre terminaba por caer en una de sus
“diversiones” que me ponían los pelos de punta. Sudaba frío, me daba
taquicardia y me ponía tan tensa que terminaba con dolores en todas las
coyunturas. Mis hijos cuentan esas aventuras que, para cualquiera que no sea
yo, son motivo de risa. Mi idea de la diversión es otra. No me gusta que nada
ni nadie me agite. Yo me agito sola.
A continuación
les detallo unos ejemplos de la diferencia que encuentro entre divertirse y
entretenerse.
DIVERSION ENTRETENIMIENTO
Viajar Ver
el Travel Channel por TV
Practicar
un deporte Ser
espectador de un deporte
Reunión
entre amigos Navegar
en las redes sociales
La
diversión dejará marcada en nuestras memorias una vivencia que siempre
recordaremos y que posiblemente contemos a otras personas. El entretenimiento nos llena en el momento
pero no es trascendental. Ni la
diversión ni el entretenimiento dependen de la cantidad de dinero que gastes
sino de tu estado mental para aceptar la experiencia. Uno se puede divertir o entretener sin gastar
un centavo y ser la experiencia más increíble, como puedes gastar miles en una
supuesta diversión que solamente te creará malos recuerdos.
Aprendamos
a divertirnos y saquemos el mejor provecho del entretenimiento. No todo puede ser trabajo como no todo puede
ser diversión. Como dice el refrán: “entre col y col una lechuga”.
Hasta
la próxima y que te diviertas.
1 comment:
Hola! Hace tiempi que no vistaba su blog.
Wow!... mis aplausos para usted.
Me gusto mucho todo lo que escribio. Me parecia que la tenia a mi lado.
Saludos Sonia *Sony*
Sonia-Studio60
Bendiciones y mucha salud
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