Friday, June 6, 2014

EL ARTE DE DIVERTIRSE

Una hermana de fe me llamó una mañana para pedirme que le ofreciera una charla a un grupo de personas de su iglesia, quienes estarían participando de un campamento de verano para la denominada “Tercera Edad”.  Inclusive, me sugirió que le diera un título a la charla. Admito que en esos momentos yo estaba un poco atareada con otros asuntos y cuando más o menos me explicó el tema del campamento, le sugerí a la ligera, ¿Qué te parece si la llamamos EL ARTE DE DIVERTIRSE?  De inmediato me respondió: “¡SIIIIIII!”. Cuando terminé de hablar con ella, solamente pensé en la tremenda habilidad que tengo para meterme en problemas. Pero ya no podía dar  marcha atrás. Como dice el refrán: A lo hecho, pecho. Pensé de inmediato que la diversión suele verse como algo trivial y hasta fuera de contexto dentro de cualquier religión. No tuve más remedio que ponerme a parir esa insólita charla.
Lo primero que hice fue analizar la palabra ARTE. Busqué su significado en el diccionario y encontré lo siguiente: “Un conjunto de procedimientos para lograr un resultado esperado”. Me dije: ¡la pagué! Divertirse no es una ciencia porque no existe un conocimiento cierto de los principios que la rigen, mucho menos sus causas y efectos. Tampoco se necesita ser sabio o inteligente para uno divertirse. Superada esa crisis, pasé a la siguiente. 

Algunas personas interpretan que Jesús nunca se rió ni pasó momentos de diversión por cuanto no se registra evento alguno en el Nuevo Testamento que así lo atestigüe. ¡Por Dios, la Biblia no fue escrita para entretenernos ni para enjuiciar a la gente! (Tema demasiado amplio para ocuparme de ellos en estos momentos). Inclusive, algunos piensan que Dios es una persona tan seria que no da lugar para el disfrute de nada que no sea esencialmente importante (como trabajar). Para superar tales incorrectas interpretaciones busqué algunos textos bíblicos que nos explican la necesidad de disfrutar de tiempo de esparcimiento. Un  buen ejemplo es lo que está escrito en el libro Génesis. Allí dice que luego que Dios acabó la creación, reposó o descansó el día séptimo (Génesis 2:2). Pregunta que me hice: ¿Dios realmente se cansa de trabajar o eso fue escrito para nosotros los humanos? ¿Por qué dice al teólogo bíblico que Dios reposó? Creo que eso es una manera de establecer la importancia de disfrutar un día de ocio o esparcimiento. Fijémonos en lo que dice el autor del libro de Eclesiastés. El texto que aparece desde 5:8 hasta el 6:12, habla sobre la vanidad de la vida. Dice que es bueno comer y beber, así como gozar uno del bien de todo nuestro trabajo que nos causa fatiga. Dice, además, que gozar de un buen vivir es una facultad que Dios le concede al ser humano. Lo escrito anteriormente arroja muchos otros interrogantes: ¿Qué significa la palabra trabajo? ¿Por qué nos cansamos cuando trabajamos?
Ubiquémonos en la era presente. La gente se queja porque no hay trabajo. Pero muchas personas también se quejan porque el trabajo los fatiga demasiado y por eso buscan la manera (en ocasiones incorrectas) de “divertirse” para combatir ese hastío. Es en este punto donde entro de lleno al tema de que EL DIVERTIRSE ES UN ARTE.
Luego de consultar a expertos en la salud tanto física como mental, y de hacer mí debida investigación por la Internet, concluyo que para mí existe una leve diferencia entre ENTRETENERSE y la acción de DIVERTIRSE. Para los científicos y los lingüistas, es la misma cosa. No encontré información alguna sobre el particular entre los filósofos y los teólogos. ¿Por qué yo hago la diferencia? Considero que es un asunto de realidad de vida. Los invito a trabajar sobre estas diferencias porque creo que compete a todos aquellos que ya estamos o pronto llegarán a pertenecer al grupo de ciudadanos de la TERCERA EDAD.

Ese concepto de la TERCERA EDAD me parece un tremendo error. Lo que nos dice la entrelínea es que todas aquellas personas que pasamos de los 65 años estamos muy cerca de la tumba, lo cual es cierto. Por esa causa, tenemos que buscar la manera de ENTRETENERNOS hasta que nos llegue la muerte. Aquí es que entro con mi elocución.

Según lo que pude captar, la palabra ENTRETENER tiene varios significados. No niego que la lengua española la hace sinónima con la palabra DIVERTIR. Ahora bien, para fines de esta charla, ENTRETENER conlleva dos acciones:
1.    Hacer que alguien espere o se detenga porque algo aún importante no ha pasado o alguien a quien se espera aún no ha llegado
2.    Llevar a cabo una actividad que ayuda a la persona a salir del aburrimiento

Para mí, la palabra DIVERTIR adquiere un significado mucho más activo y creativo.  No veo esa acción como un asunto de “matar el tiempo”, sino que se trata del disfrute del verdadero concepto del OCIO que está establecido en la Biblia. Aunque en ambos casos (entretener y divertir) se queman neuronas (porque en la acción de pensar se queman energías), uno se deleita cuando se divierte, haya o no involucrada una actividad física. Es mucho más abarcador que la simple acción de distraerse. DIVERTIRSE ES EQUIVALENTE A SACARLE SABOR A LA VIDA.  Debo aclarar, no obstante, que los entretenimientos y las diversiones producen los mismos efectos en nuestra salud mental. También debo aclarar que lo que es una diversión para una persona no necesariamente lo es para otra. Eso depende de la personalidad y los gustos de cada cual. Por esa causa es que RESULTA SUMAMENTE IMPORTANTE ESCOGER EL GRUPO O LA PERSONA CON QUIEN UNO PIENSA DIVERTIRSE. Ya suelo ser muy cautelosa cuando alguien me invita a viajar o a dar un paseo. Tengo demasiadas experiencias que narrar sobre supuestas diversiones que inclusive, pusieron mi vida en riesgo (porque me pude morir del corazón). Mi difunto marido, por ejemplo, era amante del peligro. Yo diría que mis hijos fueron engendrados a su imagen y semejanza. Como soy una persona curiosa, siempre terminaba por caer en una de sus “diversiones” que me ponían los pelos de punta. Sudaba frío, me daba taquicardia y me ponía tan tensa que terminaba con dolores en todas las coyunturas. Mis hijos cuentan esas aventuras que, para cualquiera que no sea yo, son motivo de risa. Mi idea de la diversión es otra. No me gusta que nada ni nadie me agite. Yo me agito sola.

A continuación les detallo unos ejemplos de la diferencia que encuentro entre divertirse y entretenerse.
DIVERSION                                                ENTRETENIMIENTO
Viajar                                                             Ver el Travel Channel por TV

Practicar un deporte                                       Ser espectador de un deporte

Reunión entre amigos                                    Navegar en las redes sociales

La diversión dejará marcada en nuestras memorias una vivencia que siempre recordaremos y que posiblemente contemos a otras personas.  El entretenimiento nos llena en el momento pero no es trascendental.  Ni la diversión ni el entretenimiento dependen de la cantidad de dinero que gastes sino de tu estado mental para aceptar la experiencia.  Uno se puede divertir o entretener sin gastar un centavo y ser la experiencia más increíble, como puedes gastar miles en una supuesta diversión que solamente te creará malos recuerdos.

Aprendamos a divertirnos y saquemos el mejor provecho del entretenimiento.  No todo puede ser trabajo como no todo puede ser diversión.  Como dice el refrán:  “entre col y col una lechuga”. 


Hasta la próxima y que te diviertas.     

1 comment:

Sonia said...

Hola! Hace tiempi que no vistaba su blog.
Wow!... mis aplausos para usted.
Me gusto mucho todo lo que escribio. Me parecia que la tenia a mi lado.
Saludos Sonia *Sony*
Sonia-Studio60
Bendiciones y mucha salud